martes, 23 de octubre de 2012

¿Cómo vamos a salir a flote?


En el momento que el presidente Danilo Medina anuncio el proyecto de reforma fiscal y el 18 %  al ITBI, todos estamos en expectativas con el paquetazo que  podría convertir en una catástrofe  que significaría un problema político por la realidad económica que vive el  país.
El pueblo tiene el derecho  de rechazar  la propuesta fiscal planteada por el gobierno por los inconvenientes que este causaría a la población.
Danilo Medina lamentó elegir las imposiciones fiscales que nos presentó como solución al desorden económico que encontró dijo, que había buscado otras vías y no las pudo  encontrar.
Nos preguntamos qué piensan las gentes  que votó por él a los que conquistó con su estilo sencillo en la pasada campaña electoral con  su eslogan “continuar  lo que está bien, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se hizo”
Que sorpresa le aguardo a el presidente Danilo Medina a pocos días de asumir la presidencia tener que comunicar las medidas  a  tomar ante la situación  que encontró al país.
La  reforma fiscal carece de equidad y racionalidad  ya que  la mayor carga recae en los asalariados, la clase media, los pequeños empresarios y sectores de menores ingresos.
En ese sentido el ex presidente Leonel Fernández dejo un país con escandalosos porcentajes de pobreza, más endeudado y  sumido en condiciones de extrema inseguridad ciudadana con las instituciones públicas más débiles.
Un país movilizado con la misma deuda social de hace tres décadas como la falta de agua, energía eléctrica, una rebaja de sueldos a los funcionarios y la reducción de las dietas creadora de pobreza, descontento y desigualdad para la mayoría generadora de riquezas influencias por poder  y desmedida acumulación de capital para una minoría selecta.
Con la reforma fiscal la encomia dominicana puede empeorar  y los retos que tiene el  presidente Danilo Medina son problemas endémicos, como el crecimiento del narcotráfico la criminalidad y  la crisis económica.
Dicho lo anterior, necesitamos realizar una reforma fiscal y ese es el trago amargo que anuncian todos los días es un sacrificio que tomará la forma de una alza tributaria que afectará nuestras  vidas de manera directa.
Todos necesitamos un balance que auspicie la prosperidad y  la igualdad de oportunidades para todos los dominicanos y dominicanas.

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