Angelina Jolie es una mujer de armas tomar. Lo dicen sus experiencias personales, su mentalidad abierta, su fuerte personalidad... y seguro que también lo dice Brad Pitt, quien, desde que se unió sentimentalmente a la que muy pronto será su esposa, dejó de actuar como uno de los hombres más guapos del mundo para actuar como futuro marido de una de las mujeres más poderosas del mundo.
Todo apunta a que Angelina lleva los pantalones en la relación. Y ahora, con la boda a la vuelta de la esquina, más si cabe todavía. La actriz está de los nervios con tanta expectación y preparativo, y lo que menos le apetece del mundo es ver cómo su marido se va por ahí de fiesta y llega a casa a las tantas y borracho.
Brad Pitt llegó borracho
Eso es lo que sucedió exctamente hace unos días en la casa de los Brangelina. Brad Pitt salió a tomarse unas copas al pub londinense The Punch Bowl de su amigo el director Guy Ritchie, donde se pasó toda la noche bebiendo en un reservado con varios amigos.
Como es habitual, el tiempo y el alcohol se le fue de las manos y cuando llegó a casa se encontró con el cabreo monumental de Angelina Jolie, quien, según cuenta el tabloide inglés National Enquirer, le esperaba tan preocupada como enfadada dispuesta a echarle la bronca de año.
Él argumentó su situación doblemente: primero, explicándole que era su despedida de soltero. Pero como eso no le sirve a una mujer como la Jolie, prefirió añadir la típica excusa que nunca convence: "es que no estoy acostumbrado a la cerveza inglesa..." De poco le valió ninguna de las dos.
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