Científicos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte trabajan con una compañía de biotecnología para desarrollar la primera vacuna contra el virus chikungunya.
Raquel Hernández y su esposo, Dennis Brown, han trabajado en la vacuna contra el virus que causa la enfermedad desde los años noventa y aseguran tener la "fórmula" adecuada para prevenir el chikungunya.
"Con los casos en la Florida sabemos que ya llegó el virus a nuestro territorio, y solo era cuestión de tiempo que atacara las zonas templadas. En la India y África conocen lo devastador de esta enfermedad", afirmó hoy a Efe Hernández, de origen mexicano.
El Chikungunya fue inicialmente identificado en el este de África en la década de los cincuenta y hace diez años el virus se extendió al Océano Índico y la India, y unos años más tarde un brote en el norte de Italia afectó a unas dos centenares de personas.
Este virus, para el que no hay vacuna ni tratamiento, apareció por primera vez en el continente americano el pasado diciembre y el 29 de mayo fue detectado en EE.UU.
La dolencia, con síntomas muy parecidos a los del dengue, causa fiebre, dolor en las articulaciones y músculos, jaquecas y náuseas y pese a que es muy doloroso, generalmente no llega a ser mortal, aunque las personas con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, tuberculosis o sida deben ser tratadas con cuidados especiales.
Hernández explicó a Efe que la tecnología utilizada para desarrollar la vacuna ha tenido el visto bueno de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) estadounidense, y que las pruebas de laboratorio realizadas con ratones respondieron "satisfactoriamente".
Los científicos universitarios trabajan con la compañía Arbovax, con sede en Raleigh, capital de Carolina del Norte, para recaudar cerca de cinco millones de dólares para continuar las pruebas en humanos.
"Esto es un proceso largo, y podría tardarse hasta dos años antes de que la vacuna salga al mercado. Es cuestión de fondos para continuar con los experimentos, y finalmente tener la aprobación del Gobierno", resaltó la científica.
Hernández, que es profesora asociada de investigaciones de estructuras moleculares y bioquímica, resaltó que el Ejército estadounidense probó años atrás una vacuna contra el chikungunya que no tuvo buenos resultados y no previno que sus soldados se contagiaran con la enfermedad.
"Estamos confiados de que esta vacuna trabajará en humanos como lo hizo con los ratones, que tienen los mismo síntomas que los humanos cuando tienen chikungunya, y luego de que se les aplicó la vacuna, no fueron contagiados", enfatizó.
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), hasta el 29 de julio se registraron 601 casos de chikunguña en EE.UU, de los cuales apenas dos casos, en Florida, se produjeron por contagio local y el resto se registraron entre personas que viajaron al Caribe, Asia, y Latinoamérica.
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