En los últimos tiempos se vienen dando muchas noticias de famosos que ingresan en clínicas de rehabilitación para tratar su adicción al sexo. Entre el estupor y la jocosidad, la mayoría nos preguntamos si realmente tienen un problema o es sólo una excusa para limpiar su imagen ante una sociedad cada vez más puritana. ¿Recurren los famosos a la adicción al sexo para justificar sus excesos y escarceos extraconyugales o en verdad sufren un desorden que no pueden controlar?
Adicción al sexo
De todo hay. Algunos famosos se escudan en este problema para justificar sus deslices, pero la verdad es que la adicción al sexo, también llamada hipersexualidad, es un trastorno de la personalidad de tipo obsesivo compulsivo que puede llegar a perjudicar gravemente la vida de quienes la padecen. Pero ¿dónde está el límite entre una vida sexual muy activa y una adicción al sexo? Como cualquier otra adicción, se llega al límite cuando la obsesión interfiere en la capacidad para desarrollar una vida normal. Los adictos al sexo son incapaces de controlar sus pensamientos y el único placer que obtienen del sexo es lograr calmar la ansiedad que les produce una necesidad imperiosa de practicar sexo.
Existen casos muy conocidos de famosos que se han declarado adictos al sexo. La última ha sidoCameron Diaz. Ella misma ha confesado su adicción, pero hasta donde ha contado, no se trata de un caso de adicción en sí, sino de una persona a la que simplemente le encanta practicar sexo, algo por otra parte, muy saludable.
Bill Clinton también reconoció en su día sus problemas de adicción al sexo, pero lo hizo tras el escándalo protagonizado con Monica Lewinsky. Su caso pareció un intento de limpiar su imagen política así como la de su esposa, Hillary Clinton, que quedaba en una situación delicada de pública humillación.
Más famosos adictos al sexo
Michael Duoglas fue el primero de los famosos que confesó tener una adicción al sexo por la que ingresó en una clínica de rehabilitación. Su adicción le costó su primer matrimonio.
Con varios escándalos sexuales a su alrededor, y con menores de por medio, el actor Rob Lowe tuvo que reconocer su necesidad incontrolable de sexo y decidió ingresar en una clínica para superar su adicción.
Charlie Sheen alardeaba de haberse acostado con más de 5.000 mujeres, y teniendo en cuenta sus últimos escándalos, la del sexo es la menos problemática de sus adicciones. En parecida situación estáLindsay Lohan, de la que cuentan que ha sustituido sus adicciones al alcohol y a las drogas por la del sexo, por lo que resulta complicado averiguar el motivo exacto de sus entradas y salidas de las clínicas de rehabilitación.
Y no sabemos si a David Duchovny le perjudica o no en su reconocida adicción al sexo el éxito obtenido en la serie Californication, donde el protagonista es un escritor que, a juzgar por el tiempo que le dedica a ello, encuentra la inspiración en sus continuas relaciones sexuales.
En cualquier caso, la adicción al sexo sigue siendo un problema que poca gente reconoce, no sólo por el reparo a comentar las conductas sexuales, sino porque es un trastorno difícil de diagnosticar.
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