
Si la estación fría se caracteriza por la aparición de gripes, catarrosy sabañones, el resurgir de la naturaleza provoca la aparición de todo tipo de alergias ambientales así como problemas de asma y enfermedades gastrointestinales derivadas del aumento de temperatura.
El polen y las alergias
La primavera es la época del año más temida por los alérgicos al polen. Las personas que sufren de esta afección presentan reacciones por el contacto con el polen de diferentes tipos de plantas, siendo muy habitual el de las gramíneas.
Habitualmente afecta más a niños y jóvenes y entre los síntomas podemos encontrarcongestión nasal, conjuntivitis, estornudos y dificultad a la hora de respirar. Además aumentan las crisis respiratorias en enfermos de asma alérgica.
El tratamiento más común incluye los antihistamínicos o descongestionantes para las alergias, pero en el caso de crisis asmáticas deben emplearse esteroides e inmunoterapia.
Enfermedades por el calor
El ascenso de las temperaturas también provoca un aumento de las infecciones gastrointestinales como la salmonella o la gastroenteritis, y otras enfermedades asociadas aparásitos.
Además se elevan los casos de deshidratación e insolación, principalmente en ancianos y niños. Para evitar la aparición de estas patologías y molestias, los expertos aconsejan llevar unadieta saludable, lavar bien los alimentos y mantener una higiene personal adecuada.
Enfermedades por el frío
Aunque los meses más crudos ya han pasado, la primavera puede darnos algún susto, sobre todo por no abrigarnos adecuadamente o por las diferencias de temperatura entre la noche y el día. Por ese motivo, es frecuente que en esta estación aparezcan también casos de catarros, faringitis, amigdalitis e incluso gripes.
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