Como es posible, que al niño Jelkis Mateo, ganador del concurso Déjame Cantar, no le haya cumplido con lo acordado, después de varios meses de haber terminado dicha competencia, el pobre niño no entiende que pasa y se queda esperando todos los días alguna respuesta y solo consigue, que le cierren las llamadas o en el peor de los casos, que se traslade junto a su madre desde SAN CRISTOBAL hacia la capital y cuando se aproxima a las instalaciones de las oficinas de dicho programa, sencillamente no le permiten el acceso a dicho lugar.
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